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Sesenta años

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Sesenta años, setecientos veinte meses, doscientos sesenta y dos mil ochocientos días, tres generaciones de cubanos han vivido bajo la dictadura instaurada a fuerza de fuego, sangre y muerte por los hermanos Castro y su banda de guerrilleros, que proclamaron la mentira más grande de la historia en Latinoamérica, es mucho tiempo y el precio ha sido demasiado alto.

La afanada revolución que un día se proclamó para y por los humildes hoy a convertido a la isla en una nación destruida, en un país en ruinas, en un pueblo hambriento lleno de migrantes, los cubanos viven en un país donde los sueños no existen, la libertad es solo una palabra vacía, el futuro una utopía de locos.

Sesenta años es demasiado tiempo, demasiado tiempo en la vida de un hombre, demasiado tiempo en la vida de una nación, el mundo continua volteado el rostro ante el dolor del pueblo cubano, los gobernantes de las naciones democráticas estrechan la mano ensangrentada de un tirano anciano y moribundo que heredó el trono de su hermano dictador, hoy un nuevo príncipe regente dice dirigir los destinos del país, continua repitiendo el libreto antes tantas veces dicho por sus antecesores, el imperio es el culpable de lo que sucede en Cuba, mentira, son ellos los únicos culpables de tanta miseria y muerte, los culpables del fracaso económico y social que vive la isla, son ellos con sus discurso anticuado, con sus constantes frases propias de la guerra fría culpando a un enemigo inexistente sin ver que ellos son los únicos enemigos del pueblo cubano.

Hoy el presidente marioneta del general Castro, quien vive en su propio laberinto, llama a los cubanos que no están de acuerdo con la absurda política con que gobiernan "Cubanos mal nacidos por error en Cuba", tiene razón, hay cubanos mal nacidos por error en Cuba, esos son los hermanos Castro, todos los que a lo largo de sesenta año los apoyaron y el mismo es el mejor ejemplo, no hay cubano que sean mal nacidos que esos, que como él, apoyan a los dictadores y a los asesinos.

Por ellos sigo siendo un glorioso gusano, un escoria que vive fuera de la isla y nunca la visitaré mientras el país donde nací no sea libre.